Si bien es cierto que en pleno 2017, donde debido a las grandes oportunidades que tenemos hoy en día las mujeres de desarrollarnos como profesionistas y además en ocasiones por la simple necesidad de contar con dos ingresos en la familia, la guardería se ha vuelto una herramienta muy común. Sin embargo ¿todos los niños son aptos para la guardería?
Primero que nada es importante entender que cuando ingresamos a nuestros niños a la guardería es como si sus primeros meses de vida los hubiéramos tenido viviendo en una burbuja y cuando estos entran a la guardería los hubiéramos bombardeado con toda una serie de virus y bacterias con los que invariablemente van a convivir y con ello hay que aceptar que es normal que en sus primeros 6 meses en estas instituciones se irán enfermando muy frecuentemente.
¿Por qué?
Porque en un lugar cerrado donde hay entre 10 y 15 niños de cierto rango de edad que conviven de 1 a 12 horas diarias, siempre alguien estará iniciando con los síntomas de algún cuadro infeccioso y alguien estará terminando con un cuadro infeccioso, de hecho, me asombra cuando los papás me platican que hay guarderías privadas donde SI aceptan a los niños enfermos, incluso tienen un aula de aislamiento donde ponen a juntos a todos los enfermos, lo cual desde mi punto de vista como pediatra es una pésima idea, ya que juntas a un grupo de niños en edades susceptibles con diferentes virus y bacterias cada uno favoreciendo que adquieran una nueva infección, dicho esto es importante entender que si nuestro pequeño ha cursado con infecciones de vías respiratorias inferiores o tienen eventos muy frecuentes de sibilancias ( pillido) tal vez signifique que la guardería no es nuestra mejor opción; esto lo comento porque este tipo de niños son más propensos a complicarse al cursar con cuadros infecciosos por ciertos virus o bacterias.
Para finalizar es importante que como papás seamos responsables y no llevemos a nuestros hijos a la guardería cuando estos están enfermos, no solo para evitar el contagio de otros niños, sino también para evitar complicaciones en nuestros propios niños.